Maldito diario:
Creo que es mejor empezar así, de manera ortodoxa. Aunque no quiero llegar ser muy ortodoxo, porque llevo un tiempo en el que el asperger que llevo dentro está empezando a ganar la batalla al niño que siempre fui. ¿Será la edad? Me he rayado mucho con esto, pero no quiero hablar de esto ahora. Mejor otro día. Será la última vez que te salude así.
Nunca he sido bueno en ser constante con nada. Mucho menos con un diario. me encanta la idea de estar aquí cada noche escribiendo cómo ha ido el día o algunas reflexiones, pero no voy a engañar a nadie. En septiembre de 2020 empecé un diario por escrito. Volví a escribir una vez más en abril de 2022, así que no te auguro una larga vida. En contra de mi voluntad y a favor de mi inconstancia, dicho sea de paso.
Llevaba meses bloqueado, sin escribir. No se me ocurrían ideas ni me veía capacitado para hacer algo interesante. La verdad es que estaba ya bastante agobiado. Pero creo que me he desbloqueado. Quizás necesito conectar con mi lado creativo sin ponerle ninguna etiqueta. En fin… siempre he destacado a la hora de escribir, pero he montado vídeos, he hecho fotografías… tal vez sea el momento de ser un creativo, más que un escritor. Me gusta. Al pensar en eso, me he tenido que quitar algun corsé que me tenía bloqueado, ya que, después de llevar meses con ideas sin concretar y sin producir nada, hoy he escrito una entrada en mi blog de periodista y el resumen de un guión para un vídeo de Youtube. Si esto es el comienzo de una nueva etapa creativa o el principio del fin, lo veremos.
También estoy escribiendo aquí y, aunque me he propuesto hacerlo sin artificios ni intención literaria, es un buen ejercicio si logro coger el hábito (no te ilusiones, querido diario, ya te he dicho que no creo que vayas a tener una larga vida).
Ojalá me equivoque y tengamos una larga relación en la que vuelque aquí un ejército de Púgiles de Tinta con los que combatir mis fantasmas, mis miedos y mi ansiedad. Que no es poco. ¿Nos vemos mañana?
(¡Ah! Y la foto es de una frase, simple y sencilla, que he escrito hoy y colgado en el salón -pobre Rocío. A veces pienso que me sigue el rollo pensando en el ‘peazo’ gilipollas que le ha caído-. Necesito verla durante los próximos dias).