Resulta que los jueves Rocío y yo cenamos quesos y salchichón mientras nos bajamos (mínimo) una botella de vino. Quiero decir, los jueves me vas a disculpar.

P.D. Puede ser tu final. Pero no tu triste final, porque los jueves de vinos siempre son muy divertidos. Aunque a veces discutamos. Hoy no.