Día de Reyes. Me he levantado y no había más regalo que mi jeta dando vueltas por la casa. No hay dolor, era lo previsto. Por eso hace días, y para rellenar el vacío, me compré un equipo de sonido 5.1. Lo probé anoche y resulta que las cosas que tenían que sonar por el altavoz de la derecha, sonaban por todos los altavoces; y lo mismo con el resto. Cuando leí las instrucciones me enteré de que en realidad prometían un Dolby Surround simulado. Simulado, ojo. Hay que tener la cara mas dura que las pezuñas del camello de Baltasar.
El caso es que me acosté tarde y decepcionado, pero las ánimas benditas, o más bien la otitis con la que lidio desde hace semana y media, decidieron despertarme a las nueve y media de la mañana. Me sorprendió un mensaje en el móvil que me recordaba que en media hora tenía yo que estar jugando al pádel en una suerte de evento en el que juegas con gente que no conoces, y vas cambiado de pareja (¡sexi!) según ganes o pierdas; de esta manera no sólo mejoro mis torpes habilidades deportivas, también mis escasas habilidades sociales.
Allí había una chica que de primeras me hizo tilín, con lo difícil que es que a mí me pase eso. ¿Nos hemos cruzado en algún partido? No. ¿Hemos cruzado nuestras miradas? Pues tampoco. ¿He levantado acaso mi ceja mientras le pasaba un papel con mi teléfono? Pues ya sabéis que no. En cambio, error en Matrix, me encuentro con que voy a tener de compañero a un señor mayor que juega al pádel con un sombrero de cowboy (con cuerdecilla barbillera y todo) y que, además, se llama Homero; ¿qué otro nombre puede tener alguien que juega al pádel a lo John Wayne? Y yo no sé si Homero es el hombre más rápido al sur de Dickensy Way, Arizona, pero jugando al pádel no da una.
¿Por qué os cuento todo esto? Pues no lo sé. Supongo que quería contaros que la vida, como mi Homecinema, se os puede convertir un viernes por la mañana cualquiera en una jodida simulación: Matrix se hace la picha un lío y acabas jugando al pádel con John Wayne.
Ojalá los reyes os hagan muy felices con vuestros regalos. Y si no, ya sabéis, simulad que funciona.